El sinuoso y característico paisaje que conforma los fiordos noruegos es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su belleza, conformada durante 2,5 millones de años merced una sucesión de edades del hielo, sigue prácticamente intacta desde que los primeros habitantes pisaron estas tierras.
Viajar a los fiordos noruegos es adentrarse en un espacio natural maravilloso, con ciudades costeras de cuento, como Bergen, Stavanger o Ålesund, que podrás recorrer en coche, en bicicleta o haciendo senderismo, por carreteras modernas o adentrándote en las rutas que usaban los correos. Vamos a adentrarnos en el fantástico mundo que rodea a la Noruega de los fiordos.
¿Dónde y cómo arranco mi viaje a los fiordos noruegos?
Existen varias alternativas para empezar nuestro viaje hacia los fiordos. Lo ideal es ir directamente a Bergen, la segunda ciudad en importancia de Noruega, y la que es considerada la ‘puerta’ a los fiordos.
Para llegar a Bergen puede hacerlo fácilmente en avión desde Madrid o Barcelona, ya que hay vuelos directos hasta el aeropuerto Bergen-Flesland, la mejor opción es hacerlo con Norwegian, aunque hay muchos comparadores de vuelos que te dan el precio que mejor se ajuste a tu economía. Desde allí, y a unos 20 kilómetros que podemos hacer en autobús o en taxi, llegaremos a esta ciudad de 250.000 habitantes que nos va a sorprender por su encanto.
Otra opción, la que nos parece más interesante por lo que vamos a descubrir, es viajar a Oslo y desde allí coger el llamado Bergensbanen, o tren de Bergen, que en 7 horas nos llevará a la ciudad costera en un viaje considerado como uno de los más bonitos del mundo, atravesando la meseta europea más alta, Hardeangervidda, y deleitándonos con espectaculares paisajes.
Los Ferrocarriles Nacionales de Noruega (NSB) ponen a la venta, hasta 3 meses antes, billetes para hacer este recorrido, y en muchas ocasiones encontraremos ofertas con billetes de bajo coste, bajo el nombre ‘minipris’, que están disponibles sólo a través de la web de la NSB.
Alquilar un coche nos parece también una gran idea, ya que las carreteras noruegas son bastante buenas y podremos planear rutas muy interesantes. Eso sí, hay que tener en cuenta dos cosas:
- Las autopistas son de peaje ‘automático’, no tienen barreras y hay que formalizar el pago antes si no queremos pagar una buena multa.
- Cualquier coche es bueno para viajar por Noruega pero te recomendamos que lo lleves alquilado desde España.
¿Qué ciudades y fiordos debo visitar?
Bergen
Como recién sacada de un cuento de Hans Christian Andersen nos recibe Bergen, la segunda ciudad más grande de Noruega después de Oslo, rodeada de siete montañas con el mar abrazándola, la puerta de los fiordos nos espera.
Nos sorprenderá que, pese a ser una ciudad, parece más un pueblo con las casitas de madera llenas de color de Bryggen, el barrio por excelencia, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hogar de los comerciantes de la liga hanseática de entre los siglos XIV y XIX, por el que pasear es una delicia.
El Håkonshallen, un edificio medieval del año 1247, otrora residencia de los reyes que pasaban por Bergen, la torre de Rosenkrantz de 1560, y la fortaleza de Bergenhus, son paradas obligadas en esta urbe.
El arte está representado por el KODE, que surge de la agrupación de los cinco museos más representativos de la ciudad: el museo de arte de Bergen, el museo de artes decorativas del Oeste de Noruega, el museo casa Trolhaugen del compositor Edvard Grieg, la casa museo de Harald Sæverud, otro célebre compositor noruego, y el museo casa de Lysøen de Ole Bull, violinista y director teatral oriundo de Bergen.
Los mejores fiordos que ver en Bergen y sus alrededores
Aunque lo mejor de Bergen, y la razón de nuestra visita a esta ciudad, son los fiordos que vamos a poder disfrutar en sus alrededores, de ahí que sea conocida como la ‘puerta a los fiordos’: el Hardangerfjord, el Aurlandsfjord, el Nærøyfjord y el Sognefjord.
El Hardangerfjord
Es uno de los más impresionantes de esta zona con 179 kilómetros de longitud, el segundo más largo de Noruega y el cuarto del mundo, en el que vamos a disfrutar de paisajes peculiares, como los árboles frutales cuando florecen, por lo que es conocido como el ‘huerto de Noruega’.
Las cascadas como Fossen Bratte o velo de la novia, con 80 metros de caída, Steindalsfossen, con 50 metros de caída que, además, puede atravesarse por detrás, o Latefossen, en el valle de Odda, son grandes atractivos de este fiordo.
Los glaciares que vamos a poder visitar, recomendable adquirir una visita guiada, son el Folgefonna, el más famoso, Buarbreen y Juklavassbren. Y, si te atreves, no dudes en subir a la Trolltunga, la Lengua del Troll, un balcón natural a 700 metros de altura sobre el impresionante lago Ringedalsvatnet.
El Aurlandsfjord y el Nærøyfjord
Son dos brazos del Sognefjord y son, sin temor a equivocarnos, los más bonitos y espectaculares que vamos a ver en este viaje. No en vano, el Nærøyfjord ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Para llegar a ellos, recomendamos coger el Tren de Flåm, un espectacular recorrido, elegido como uno de los más , gracias a una obra de ingeniería titánica que hace que este tren tenga las pendientes más impresionantes construidas sobre un ancho de vía normal, alcanzando un desnivel de más de 860 metros en los 20 kilómetros de recorrido.
En el fiordo Aurlandsfjord se encuentra este pueblito en que vamos a encontrar uno de los miradores más espectaculares del viaje, el Stegastein, una plataforma que se adentra 30 metros desde la montaña para ofrecernos una panorámica de ensueño de este fiordo.
El Sognefjord
Es el fiordo más largo y profundo de Noruega, llegando desde las imponentes montañas del Parque Nacional Jotunheimen hasta el azul del hielo del Parque Nacional de Jostedalsbreen, donde veremos el glaciar más grande de Europa.
El complemento perfecto de este impresionante fiordo es su brazo más famoso, el Nærøyfjord. Un lugar perfecto para realizar un crucero y en el que dejarnos impresionar por la naturaleza más salvaje, rodeados de picos nevados de más de 1.700 metros de altura y paisajes que sólo vamos a encontrar aquí.
Stavanger es un pueblo muy peculiar ya que cuenta con más de 150 casas de color blanco, uno de los atractivos turísticos que nos van a enamorar. Pero, sin duda alguna, y la razón de nuestra visita es ‘El Púlpito’, Preikestolen, una formación rocosa situada sobre el fiordo Lysefjord, a 604 metros sobre el nivel del mar, desde el que sacaremos una de las mejores instantáneas de nuestro viaje.
Es recomendable, para disfrutar al máximo de la naturaleza, contratar alguna excursión que nos lleve hasta Preikestolen. Y si podemos llegar cuando amanece, la postal que nos espera hará que no olvidemos nunca la subida a este púlpito nórdico.
La ciudad es uno de los enclaves económicos más importantes de Noruega por sus pozos de petróleo, no en vano podremos visitar el Museo Noruego del Petróleo, el de las Bellas Artes y el Museo Noruego del Enlatado, uno de los más curiosos que nos cuenta la historia conservera de la ciudad y donde, el primer domingo de cada mes, podremos degustar sardinas ahumadas en horno de leña a la forma tradicional.
Ålesund y Sunnmøre
Cerramos la visita en la ciudad icono del Art Noveau, donde vamos a encontrar el fiordo Geirangerfjord, la isla de Runde, donde las aves tienen su paraíso, y las montañas nevadas de Sunnmørsalpene y Hjørundfjord, donde los amantes del esquí tienen uno de sus lugares predilectos para disfrutar fuera de pista de paisajes con los fiordos como protagonistas.
Centrándonos en el fiordo Geirangerfjord, el gran atractivo de la zona, es también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El verde las montañas que lo rodean contrasta con el azul profundo del agua del fiordo, y sus cascadas lo llenan todo de magia para mostrarnos un paisaje único.
Las cascadas son el gran atractivo del Geirangerfjord, con las tres más significativas: De søstrene syv o las siete hermanas, Friaren o el pretendiente y Brudesløret o el velo nupcial, que podemos ver bien desde un crucero, desde alguna de las tutas de senderismo o en kayak, donde la perspectiva será impresionante.
10 recomendaciones para ver los fiordos noruegos
✪ Elige una zona y programa las visitas que quieres hacer. Las zonas de los fiordos son muy extensas y es preferible explorar cada lugar con tranquilidad.
✪ Infórmate de las excursiones y rutas que se ofrecen en cada fiordo, son muchas y variadas para todos los gustos y bolsillos.
✪ La mejor época para visitar los fiordos va de mayo a septiembre, teniendo en cuenta que las temperaturas máximas que vamos a tener son de unos 20 grados en verano. Visita los fiordos en invierno si eres un amante del esquí o el snowboard o cualquier deporte de invierno.
✪ En invierno podremos disfrutar de las auroras boreales, un espectáculo natural por el que merece la pena pasar frío.
✪ Lleva siempre ropa de abrigo y para la lluvia, en verano las máximas son de entre 18 y 20 grados y las mínimas pueden caer hasta los 3 grados. Si vas a hacer alguna ruta senderista, no olvides un buen calzado y calcetines adecuados.
✪ Con tarjetas de estudiante o senior, de más de 65 años, hay descuentos importantes de los que puedes aprovecharte.
✪ Reserva el alojamiento con tiempo y desde España, ya que no son muchos los que hay cerca de los fiordos y algunos son caros.
✪ Si vas alquilar coche, hazlo en España y recuerda contratar el AutoPASS para las autopistas de peaje. Los viajes en tren de la NSB que vayamos a hacer, es mejor comprarlos o reservarlos con antelación, ahorraremos tiempo y dinero.
✪ No necesitas pasaporte para entrar en Noruega si el país del que provienes forma parte de la zona Schengen o de libre circulación. Es el caso de España, para el que sólo necesitaras un documento de identidad válido para acceder a Noruega.
✪ La moneda noruega es la Corona (NOK) que puedes llevar cambiada desde España, es lo mejor y más económico, aunque también puede hacerlo en el aeropuerto, en oficinas de turismo, bancos… La recomendación es que, aunque lleves efectivo, pagues son tarjeta, es lo más cómodo. En algunos lugares admiten euros.