Brujas en un día: Magia y Cultura Medieval

La ciudad de Brujas, en Bélgica, es una de las más bonitas que vamos a poder visitar en Europa. No en vano, el centro de la ciudad, de origen medieval, está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y su perfecto estado de conservación hace de Brujas un destino de cuento.

Fundada por los vikingos en el siglo XI al cobijo de una fortaleza construida dos siglos antes y al amparo del río Zwin, tuvo en el siglo XV su auge económico y comercial gracias a sus canales, que le valieron para compararse con Venecia.

Pese a que en este siglo XV comenzó su decadencia por la importancia que adquirió el puerto de Amberes y el desplome de la industria textil, se siguió fomentando la arquitectura y el arte, siendo cuna de grandes pintores flamencos como Van Dyck.

Brujas pasó de ser, en el siglo XIX,  la ciudad más pobre de Bélgica a comenzar una nueva etapa de recuperación cuando su centro histórico atrajo al turismo e hizo florecer a la Venecia del Norte.

¿Cómo llegamos a Brujas?

La manera más fácil de llegar hasta Brujas es hacerlo vía Bruselas. Desde los aeropuertos más importantes de nuestro país, Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao…, salen vuelos directos hasta la capital de Bélgica diariamente.

Brujas se encuentra a 98 kilómetros de Bruselas, por lo que tenemos tres opciones:

  • En coche: podemos alquilarlo cuando lleguemos o hacerlo desde España, siempre es más recomendable, y coger la E-40 que en poco más de una hora y cuarto hará que estemos en Brujas.
  • En tren: la opción más cómoda y la que te aconsejamos. Puedes coger un tren que te lleve en una hora hasta Brujas desde cualquier estación de Bruselas por unos 15 euros por trayecto.
  • En autobús: por unos 5 euros por trayecto, puedes coger el autobús desde Bruselas que te lleve a Brujas, el recorrido suele durar un mínimo de una hora y media y un máximo de dos horas, dependiendo del que cojas.

¿Qué ver en Brujas?

Brujas es una ciudad pequeña que en un día podrás disfrutar con toda la tranquilidad del mundo. La visita a la ciudad podría formar parte en un viaje a Bélgica en el que vayas a visitar varias localidades, siendo Brujas una de sus etapas.

Considerada una de las ciudades más románticas y con más encanto del Mundo, Brujas te va a fascinar desde que llegues, su belleza y la excelente conservación de sus edificios, la magia de los canales, el arte presente en cada rincón… atrapan al viajero. Empezamos con nuestro recorrido por Brujas, la Venecia del Norte.

Grote Markt , Mercado Le Halle y Belfort

La plaza del mercado es el epicentro de Brujas y tiene un encanto especial. Gracias a los edificios neogóticos tan coloristas que la conforman, tan típicos de la arquitectura flamenca, hacen de ella un lugar muy peculiar.

Aquí vamos a encontrar dos sitios de visita obligada como son el Mercado Le Halle y  la Torre Belfort. Dos referentes de esta ciudad que están al lado, siendo el Mercado Le Halle el punto de arranque de la Torre del Campanario o Belfort.

El Mercado Le Halle no es un edificio espectacular, su sencillez es lo que le da ese encanto. Justo enfrente podemos ver las antiguas casa de los distintos gremios que otrora habitaban en la plaza, alegrando el comercio en las calles de Brujas.

Plaza Mayor Brujas
Plaza Mayor Brujas

En el interior del mercado podemos encontrar una exposición permanente, bajo el nombre Dalí Expo Gallery, sobre Salvador Dalí, con esculturas, pinturas y dibujos del genial artista (abierta de 10 a 18 horas de lunes a domingo y con un precio de 10 euros). Además, contemplaremos un museo con la historia del edificio y su evolución a lo largo de los siglos.

La Torre del Campanario o Belfort, también conocida como Torre Halle, es el símbolo de Brujas por excelencia. Este excelso mirador de 83 metros de alto, nos proporcionará, si somos capaces de subir las 366 escaleras que posee, las mejores vistas de Brujas y su entorno.

Campanario Belfort
Torre Belfort

Concebida para vigilar la ciudad, acogió durante muchos años archivos y documentos muy importantes y los privilegios y funciones de los gremios, éstos que fueron tan poderosos en su día.

La Torre Belfort tiene planta octogonal y se terminó de construir en el siglo XV y posee un carrillón de 47 campanas que sigue en funcionamiento. El horario de visitas es de 9:30 a 17 horas (excepto 25 de diciembre, 1 de enero y día de la Ascensión) y el precio para entra es de 8 euros, niños y jóvenes de 6 a 25 años 4 euros y menores de 5 años gratis.

Plaza Burg: Ayuntamiento, Basílica de la Sagrada Sangre y Palacio de Justicia

La Plaza Burg está contigua a Grote Mark y fue concebida como una fortaleza que con el paso de los años evolucionó hasta convertirse en centro administrativo y religioso de Brujas. Nos va a sorprender por su belleza y el contraste del gris de los edificios con los adornos dorados que vamos a apreciar.

Aquí vamos a encontrar varios edificios representativos, empezando por el Stadhuis, el ayuntamiento, en cuyo interior vamos a poder ver un salón gótico con una bóveda de madera impresionante rodeada de pinturas de la época.

Ayuntamiento
Ayuntamiento

El Palacio de Justicia (Brugse Vrije), del barroco temprano,  posee adornos y estatuas doradas de pequeño tamaño que en contraste con las ventanas de color rojo,  le dan un encanto especial. Aunque especial es el salón renacentista (Renaissancezaal) que está presidido por una chimenea de alabastro y mármol, coronada por un friso de roble representando a Carlos V y sus abuelos, que resulta impresionante.

Escondida en un lateral de la plaza, está la Basílica de la Santa Sangre, un edificio que nos va a llamar la atención por la solera de su fachada, gris oscura que contrasta con los caballeros medievales en color oro viejo que la adornan.

Aquí veremos la capilla de San Basilio de estilo románico y la basílica de estilo neogótico, en la que destacan las pinturas relacionadas con la reliquia de la Santa Sangre. Unas gotas de la sangre de Cristo son custodiadas en esta Basílica y se pueden ver todos los días a las 14, es sólo el día de la Ascensión cuando se saca en procesión por la ciudad.

Crucero por los canales y lago del amor

Merece la pena perder poco más de media hora para pasear por los canales y disfrutar del Brujas más romántico, de los puentes, jardines, edificios e iglesias que vamos a contemplar desde la perspectiva de la embarcación. Hay cinco embarcaderos, uno justo detrás de la Torre Belfort, desde los que iniciar este paseo que nos costará unos ocho euros.

Otra de los encantos de Brujas es el Lago del Amor, situado al lado de la estación de tren, merece una pequeña parada para conocer las leyendas que lo rodean, pasear por el puente y cruzarlo para garantizar el amor eterno o conocer el parque Minne, donde se ubica el Beaterio Ten Wijngaarde, donde un grupo de mujeres, las beguinas, que no eran una orden religiosa, oraban y trabajaban en pos de los enfermos y los necesitados.

Lago del Amor
Lago del Amor

Catedral de San Salvador e Iglesia de Nuestra Señora

Cogiendo la Steenstraat, una de las calles más importantes de Brujas que comienza en Grote Mark, llegaremos a la Catedral de San Salvador, la más antigua de brujas, en la que destaca su campanario. Comenzó a construirse en el siglo IX, aunque lo que hoy muestra su esplendor se construyó a partir del siglo XII hasta el XV.

En el interior encontraremos obras pictóricas de incalculable valor del artistas flamencos, el baptisterio, con murales de los siglos XIII al XVIII,  pero si algo destaca son las sillas y el coro, con un precios órgano del siglo XVIII, que junto a los tapices dan una majestuosidad impresionante a la nave central.

Iglesia de Nuestra Señora de Brujas
Iglesia de Nuestra Señora de Brujas

Museos Groeninge, Gruuthuse y del Diamante

Podemos acabar la visita acudiendo a tres museos:

El Groeninge, el más importante de la ciudad, donde recorreremos la pintura, escultura y arquitectura de los Países Bajos a los largo de seis siglos. (Abierto de martes a domingo desde las 9:30 hasta las 17 horas. Precio de la entrada adultos: 12 euros).

Museo Groeninge
Museo Groeninge

El Gruuthuse está situado en un palacio gótico del siglo XV y lleva su nombre por la aristocrática familia que lo habitó. El museo centra su atención en la decoración con muebles de ensueño, tapices valiosísimos, porcelanas exquisitas, piezas arqueológicas, joyas y ropajes que nos trasladarán a otras épocas. Abierto de lunes a domingo de 9:30 a 17 horas. Precio de la entrada seis euros y los menos de cinco años entran gratis.

El Museo del Diamante es el más curioso de Brujas. En él conoceremos la importancia que el comercio de esta icónica piedra preciosa tuvo en la ciudad, además de soñar despiertos con poder poseer alguna de las piezas que se exponen. Abre todos los días desde las 10:30 hasta las 17:30, consultar los días de cierre por festivos. La entrada cuesta siete euros para adultos, para niños y estudiantes cinco euros y la entrada familiar 18 euros.

Tres cosas indispensables que hacer en Brujas antes de irte

  1. Parar a comer sus tradicionales mejillones, alguno de sus guisos, como el waterzooi o la carbonada flamenca.
  2. Probar sus chocolates, y comprar un buen cargamento para llevar a familia y amigos, y disfrutar de las tiendas delicatesen donde vamos a volver a ser niños.
  3. Tomarte una de las populares y reconocidas cervezas belgas en cualquiera de los bares y tabernas que hay en Grote Mark o en la plaza Burg.