Es una de las mejores formas de ampliar tus horizontes, conocer otras culturas, aprender cosas nuevas y disfrutar de la vida en su plenitud. Viajar no solo te ofrece la oportunidad de ver lugares increíbles, sino que trae muchísimos beneficios para tu salud mental, estado emocional e incluso para tu capacidad empática.
Según la Clínica Mayo los viajes frecuentes pueden afectar a los genes asociados al envejecimiento y al sistema inmunitario, aumentando también el riesgo de sufrir ataques al corazón. Sowards llama también la atención sobre otro peligro de relevancia: la trombosis venosa profunda.
Estas personas siempre están dispuestas a la aventura, están abiertas a lo desconocido, tienen una gran tendencia a convertirse en nómadas digitales y a vivir al máximo su vida de acuerdo con sus ideales.
Esta es una palabra usada para describir a alguien que se irá a un largo viaje alrededor del mundo, y un globetrotter es alguien que viaja mucho y por todo el mundo, especialmente para turistear.
Ayuda a nuestro corazón, rejuvenece nuestro cerebro, impulsa las hormonas de la felicidad, nos causa bienestar y nos libera del estrés y mucho más. Además, hay evidencia científica suficiente que demuestra que viajar con regularidad mejora nuestra salud física y mental y aumenta nuestra esperanza de vida.
Además, la exposición a entornos naturales y paisajes hermosos durante el viaje puede liberar endorfinas y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Literalmente, viajar te hace más feliz. Los momentos de diversión, placer y relajación que proporciona, liberan endorfinas y serotonina, las hormonas relacionadas con la felicidad. Todo esto ayuda a mejorar tu estado de ánimo y tu autoestima.
Estamos tan enfrascados en nuestras vidas que a veces no somos capaces de ver nada más allá. Sin embargo, viajar da la posibilidad de ver cómo viven otras personas, de conocer otras costumbres, otra cultura, gastronomía, tradiciones, música…
¿Cómo se les llama a las personas que viajan solas?
El concepto de turista 'single', que no tiene que ver con el estado civil sino con el hecho de viajar solo, ha evolucionado considerablemente en la última década.
La duración ideal de unas vacaciones es exactamente ocho días. Tiempo suficiente para que los viajeros desempaquen, se orienten y establezcan una nueva rutina más relajada, asegura por su parte una investigación publicada en el Journal of Happiness Studies.
Durante este tiempo, el coche sigue circulando a determinada velocidad y evitar el siniestro puede ser imposible. Por ello, se recomienda parar para descansar, como mínimo, cada 2 horas al volante o cada 150/200 kilómetros recorridos.
Tanto antes como durante el viaje, es recomendable hidratarse correctamente bebiendo agua de forma regular y reduciendo el consumo de alimentos o bebidas que puedan favorecer la deshidratación. Del mismo modo, minimizar la ingesta de café o alcohol es otra de las claves para prevenir la aparición de esta patología.
Viajar solos es un ejercicio que permitirá adquirir confianza y seguridad, según los expertos. No exageramos cuando afirmamos que, a pesar de ser conceptos diferentes, las palabras “vacaciones” y “viaje” son casi sinónimas: una lleva a la otra.
El aumento del autoconocimiento, el incremento de la creatividad, la mejora de la autoestima, las posibilidades de crecer como personas y la ausencia de conflictos a la hora de planear trayectos y aventuras son algunas de las ventajas de viajar a solas, por no hablar de todas las cosas insospechadas que podemos ...
Nos relaja y reduce el estrés diario: Viajar nos oxigena y recarga de energía, nos brinda claves para cambiar, ser felices y sentirnos realizadas. Nos vuelve más tolerantes: Y también nos hace flexibles con nosotras mismas, con los demás, con otras culturas, costumbres, sabores, idiomas…
¿Cómo se activan? Endorfinas: se activan principalmente con las sensaciones de dolor y de placer. Al estar relacionadas con ello se puede hacer ejercicio, bailar, ingerir dulces o comidas picantes para estimular su activación. Serotonina: es un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo y con las emociones.
Para incentivar la serotonina, prioriza alimentos ricos en triptófano, vitaminas y omega-3. Frutas, verduras, pescado azul, frutos secos, legumbres, huevo, chocolate negro... Mucho sol con precaución. La vitamina D es la mejor amiga de la serotonina y se consigue con exposición solar.
Básicamente, todas las actividades que nos resultan placenteras las convocan: reír, cumplir con objetivos, realizar rutinas de ejercicio, relajarse, escuchar música, bailar, leer por gusto y meditar. Estas actividades facilitan la memoria y la atención, y provocan cambios positivos en nuestra actitud.
Actualmente, “las mujeres valoran más la libertad y la independencia que proporciona viajar sola para explorar el mundo según sus propios intereses y no depender tanto de la familia, amigos o los círculos sociales habituales”, considera la directora de la agencia de viajes Gruppit, Marta Soto.
La diarrea del viajero es la presencia de heces sueltas y acuosas. Las personas pueden contraer la diarrea del viajero cuando visitan lugares en donde el agua no es limpia o no hay una manipulación segura de los alimentos. Esto puede incluir países en desarrollo en Latinoamérica, África, Medio Oriente y Asia.
La trombosis del viajero consiste en la formación de un coágulo de sangre, típicamente en el interior de las venas profundas de las piernas. En ocasiones, este coágulo puede desprenderse y comprometer el pulmón, lo que se conoce como embolia pulmonar.
También es conocido como el síndrome del estrés del viajero o la enfermedad de los museos . Los turistas que lo han sufrido aquejan taquicardia, sudoración, sofocación, tensión emocional, agotamiento y mareo .