Aunque las turbulencias pueden llegar a ser muy molestas para los pasajeros, no suponen ningún peligro para la seguridad de la aeronave. En caso de encontrar fuertes turbulencias, la tripulación reducirá la velocidad del avión, cambiará de altura y, si fuese necesario, se pediría un ligero desvío de la ruta.
Según la escuela de aviación española, One Air, las turbulencias no son peligrosas en lo absoluto, de hecho, mencionaron que aunque pueden ser bastante incómodas, no suponen ningún tipo de riesgo, primero para la integridad y seguridad del avión y segundo, para la vida o seguridad de los pasajeros.
Entre sus diversas causas, las turbulencias pueden generarse por el movimiento del aire creado por la presión atmosférica, las corrientes en chorro, el aire alrededor de las montañas, los frentes meteorológicos fríos o cálidos, o incluso las tormentas, completa la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
No debemos tener miedo a las turbulencias ya que los aviones están diseñados para soportar hasta las turbulencias más agresivas. Los pilotos, además de estar perfectamente preparados para hacer frente a estas adversidades, tienen trucos para enfrentarse a las turbulencias.
De esta forma, la hora más calurosa del día es cuando más turbulencias sufre el avión, normalmente entre las 17:00 horas y las 19:00 horas. Por lo que en invierno no hay diferencia con la hora y en verano es mejor volar a primera hora del día.
Muchos coinciden en que el mejor momento para volar para los viajeros nerviosos es por la mañana, ya que las condiciones suelen ser más tranquilas y hay menos turbulencias. Y mientras algunos expertos advierten que es mejor volar de noche: “Menos sol = menos turbulencias. Suele haber más calma por la mañana”.
Según varios expertos consultados por Daily Mail, el mejor momento para volar, especialmente para los viajeros nerviosos, es por la mañana. Se señala que las condiciones suelen ser más tranquilas y hay menos turbulencias en comparación con otros momentos del día.
La lluvia por sí sola no ocasiona turbulencias, ya que estas son generadas por cambios en la velocidad del viento y en la presión atmosférica. Sin embargo, es común experimentar turbulencias al atravesar una capa de nubes densas donde la lluvia es más probable.
En la mayoría de casos, los pilotos saben las zonas del vuelo en las que se producirán turbulencias, por lo que pueden encender la señal de cinturones con suficiente antelación.
¿Cuando hay más turbulencias en verano o invierno?
La pesadilla llega en verano. El aire es menos denso y los aviones son mucho más pesados. Necesitan más pista para despegar. Coincidiendo con la hora más calurosa del día, entre las 17:00h y las 19:00h, es cuando se producen más turbulencias por el calor.
En primer lugar, está el mapa interactivo de la web www.turbli.com, que muestra cuáles son los pronósticos de turbulencias para las próximas 12 horas en todo el mundo. A través de colores, señala dónde se encuentran las zonas de turbulencias y su intensidad.
En la Atmósfera la máxima turbulencia que podemos encontrarnos es un huracán, y está catalogada como turbulencia de grado 6. Pues bien, los aviones están preparados para aguantar turbulencias de grado 9, que ni existe.
Si hay turbulencias, el avión tiembla y se sacude más violentamente allí que en la parte delantera. Los asientos situados por encima de las alas también son algo más tranquilos, sobre todo durante el despegue y el aterrizaje. En cambio, en la parte trasera del avión hay algo menos de ajetreo.
Según varios estudios, los martes, miércoles y jueves son los días de la semana más baratos para volar. Es preferible reservar un vuelo internacional con la mayor antelación posible y un vuelo nacional tan pronto como esté disponible.
Si el avión y tú no sois los mejores compañeros de viaje debes saber que los asientos de la parte media de la aeronave son los más estables, donde percibirás menos las posibles turbulencias durante el vuelo.
Según el análisis de los datos del censo realizado por el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos, las probabilidades de morir en un avión son de aproximadamente 1 entre 205.552, frente a 1 entre 102 en un auto.
Mejora tu confort con tapones para los oídos, un antifaz de ojos y unos audífonos que no permitan el paso de ruido. Todo esto, además de tu almohada para el cuello, te ayudará a relajarte y a acurrucarte tanto como puedas en un asiento de clase económica, y aumentará la probabilidad de que consigas dormir algo.
El horario más favorable para poder viajar es, sin duda el matinal. Partir desde por la mañana temprano no solo hará que llegues antes a tu destino porque saldrás con antelación, sino que con ello evitarás también accidentes y retenciones.
Las aeronaves usan luces cuando vuelan pero no meramente para "iluminar". Poseen luces anticolisión: una potente LED que parpadea en la cola y a veces también las hay en ambos lados de las alas. Éstas sirven como señal para que otros pilotos vean al avión en el aire.
Lo ideal para no sentir las turbulencias es evitar sentarse en los últimos asientos del avión. Las ubicaciones que están en el centro de gravedad del avión y en las alas perciben menos estas alteraciones, en cambio las posiciones que se encuentran en la cola del avión son los que más las notan.
La turbulencia severa, se caracteriza por grandes y abruptos cambios en la actitud y la altitud de la aeronave, presentándose además Page 4 4 grandes variaciones de velocidad.
Aunque en un trayecto tranquilo es apenas perceptible, la cola del avión es la que más se mueve, así que para asegurarte de que las turbulencias te afectan lo menos posible lo mejor en sentarse en el centro de la nave.