Puedes guardarlos en bolsas de tela en un zapatero. Si no tienes cajas ni bolsas de tela o simplemente quieres dejar a plena vista tu colección de zapatos, puedes organizarlos en una estantería, pero recuerda: evita que les dé el sol y cuida que la temperatura sea estable.
¿Cómo se llama el lugar donde se guardan los zapatos?
El mejor sitio para un zapatero es el recibidor. Así llegas y te descalzas, evitas que la suciedad entre en casa y los zapatos están siempre en orden. Puedes poner un mueble zapatero muy estrecho en el pasillo.
Para evitar estos problemas, es importante guardar los zapatos en un lugar fresco y seco, preferiblemente en una bolsa de tela o caja de almacenamiento que permita una buena ventilación. Además, es recomendable rellenar los zapatos con papel o cartón para mantener su forma original.
Opta por un mueble de almacenamiento cerrado, como un armario o un zapatero con puertas. Esto no solo oculta visualmente los zapatos, sino que también impide que la energía estancada se acumule en los zapatos y luego se disperse por tu hogar.
En la cultura turca, se cree que el alma del difunto continúa su viaje después de la muerte. Al colocar los zapatos en la puerta, se facilita el paso del alma hacia su próximo destino, como si estuviera a punto de emprender un viaje cósmico.
La razón por la que debes evitar poner cualquier tipo de zapatos sobre la mesa, según el Feng Shui, es porque trae mala suerte y una energía negativa a todo el espacio. Esto se debe a que según la filosofía china considera que los muebles, incluidas las mesas, son sagradas.
Utilizar organizadores de zapatos que cuelgan te ayudará a mantener tu calzado limpio y ordenado. Puedes usar estos organizadores para acomodar zapatos, cinturones, bufandas e incluso los accesorios de limpieza de tu calzado.
Guárdalos en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol y la humedad. Utiliza hormas para mantener su forma. Dedica tiempo a limpiar tus zapatos después de cada uso.
Los genkan también se encuentran ocasionalmente en otros edificios en Japón, en especial en negocios al estilo antiguo. En las escuelas, los genkan incluyen armarios para zapatos, o huecos donde guardarlos.
En particular, los sacos desecantes protegen el calzado del moho y la condensación y evitan el mal olor del zapato. El gel de sílice no solo absorbe la humedad, sino que también puede eliminar los malos olores de las zapatillas de deporte.
De acuerdo a la tradición, se dice que las botas de navidad es en donde se colocan los regalos que provienen de Santa Claus, el zapato colocado en la ventana son para que los Reyes Magos dejen sus presentes y los regalos envueltos debajo del árbol son los que la familia regala a sus seres queridos.
De esta manera, el ritual del laurel en el zapato surge como una práctica para canalizar nuestras intenciones y atraer la abundancia económica a nuestras vidas.
En la cartera o bolso: No importa el género y modelo que uses, lleva en tu billetera, cartera o bolso hojas de laurel ayudarán a limpiar las malas energías que bloquean el ingreso y flujo de dinero a tu vida.
¿Por qué los chinos se quitan los zapatos al entrar a la casa?
“Si nos remontamos a la antigüedad en África, Asia y Europa, varias civilizaciones tempranas tuvieron esa práctica: “Cuando regresabas del mundo exterior te quitabas el calzado porque era la forma simbólica y física de remover las impurezas antes de entrar en la casa”, explica DeMello.
La materia que se acumula en el interior de tu casa no solo incluye el polvo y la suciedad de las personas y las mascotas que sueltan pelo y piel, sino que un tercio de ella proviene del exterior, ya sea que entre con el viento o que lo lleves en las suelas de tu calzado.
El síndrome de los zapatos viejos es la suma de actitudes que te hacen mantener en tu limitada zona de confort sin hacer nada para ampliarla y mejorarla.
El zapatero reparador de calzado se encarga de reparar las zapatillas, sandalias, botas, tacones, etc. de cualquier persona sea el fallo que sea y con cualquier herramienta a su disposición puede dejar unos zapatos como nuevos.
La manera correcta de guardar tu calzado es hacerlo por separado. Opta por ponerlos en cajas; y si no es posible, puedes meterlos en una caja grande, siempre y cuando estén envueltos y separados los unos de los otros, con papel de seda y bolsas de plástico.