Ayuda a nuestro corazón, rejuvenece nuestro cerebro, impulsa las hormonas de la felicidad, nos causa bienestar y nos libera del estrés y mucho más. Además, hay evidencia científica suficiente que demuestra que viajar con regularidad mejora nuestra salud física y mental y aumenta nuestra esperanza de vida.
Viajar es una de las mayores alegrías que puedes experimentar: visitar nuevos países, explorar diferentes culturas, probar nueva comida, estar frente a paisajes imponentes e inspiradores... es todo increíblemente maravilloso. Es una experiencia de aprendizaje tan divertida como satisfactoria, de hecho.
Es una de las mejores formas de ampliar tus horizontes, conocer otras culturas, aprender cosas nuevas y disfrutar de la vida en su plenitud. Viajar no solo te ofrece la oportunidad de ver lugares increíbles, sino que trae muchísimos beneficios para tu salud mental, estado emocional e incluso para tu capacidad empática.
Viajar te expone a culturas, sabores y paisajes distintos. Aprendes habilidades prácticas (orientación, comunicación intercultural) y desarrollas resiliencia al enfrentarte a situaciones nuevas. Es una fuente continua de inspiración.
Viajar es una experiencia transformadora que se graba en la memoria del viajero a través de las emociones. La alegría de descubrir un destino nuevo, la ansiedad de lo desconocido, la sorpresa ante lo inesperado y la nostalgia al recordar lo vivido son parte esencial de cualquier travesía.
Ayuda a nuestro corazón, rejuvenece nuestro cerebro, impulsa las hormonas de la felicidad, nos causa bienestar y nos libera del estrés y mucho más. Además, hay evidencia científica suficiente que demuestra que viajar con regularidad mejora nuestra salud física y mental y aumenta nuestra esperanza de vida.
Desde una concepción espiritual de la realidad, el viaje es un símbolo fundamental pues describe los lugares y las etapas que el hombre debe seguir hasta alcanzar el lugar donde hallar la prueba fehaciente de la presencia divina.
Viajar te enseña a relativizar, a desprenderte de lo superfluo y a valorar lo intangible. Los grandes viajeros, viajan ligeros y vuelven llenos de experiencias y conocimientos que se guardan para siempre. Siempre que tengas la oportunidad de viajar, aprovéchala.
Al cruzar fronteras y océanos, adquirimos una verdadera perspectiva. Aprendemos a reconocer y agradecer todo lo que damos por sentado en nuestras vidas, y también a apreciar y respetar cómo viven los demás. Viajar nos enseña a ser tolerantes, flexibles y de mente abierta, y sobre todo, nos hace humildes.
Viajar es una gran motivación, además de una fuente de alegría, reflexión y autodescubrimiento. Viajar nos permite explorar nuevos climas y culturas, sumergirnos en ellos y estimular nuestra mente. Obviamente, hay otras personas que prefieren la monotonía y estar cómodos en su hogar.
Viajar nos permite salir de nuestra zona de confort y enfrentar situaciones nuevas y desconocidas. Esto fomenta la adaptación, la resolución de problemas y la autoconfianza. Al enfrentarnos a diferentes culturas, idiomas y modos de vida, desarrollamos una mente más abierta y una mayor empatía hacia los demás.
Al exponerte a lo desconocido y a la incertidumbre, aprendes a respirar en medio del caos, a ver los problemas desde afuera y no sumergirte en ellos; entendemos que tarde o temprano todo tiene solución. También se aprende a ser flexible y a vivir el presente sin preocuparnos por las contingencias.
Un impacto que llevarás contigo para el resto de tu vida. Un impacto que amoldará tu persona, tus valores, tus metas, tus retos, tus expectativas. Además, creará en ti una visión global mucho más inclusiva, respetuosa y generosa. Viajar ayuda a definir tus prioridades y a entender una realidad que no tenías presente.
Además de ayudarte a entender mejor el mundo que te rodea y tu realidad personal y cultural, viajar también te enriquece intelectualmente. Cuando visitas un nuevo destino, casi sin darte cuenta, te estás empapando de su historia, su cultura y sus costumbres sociales.
Si, viajar es bueno para la salud fundamentalmente porque nos da felicidad. Y un motivo muy importante de que viajar sea fuente de felicidad, son los buenos recuerdos. Es decir, cuando viajamos somos felices durante esos instantes, que pueden ser horas, días o semanas.
Aumenta la felicidad: Investigaciones han demostrado que planificar y anticipar un viaje puede aumentar los niveles de felicidad tanto como el propio viaje. Los días antes de realizar el viaje se crea emociones positivas y aumenta la motivación, lo que contribuye a un día de salud mental más gratificante.
Viajar es desconectar de los problemas, conocer gente, disfrutar de paisajes increíbles o de la ciudad más cosmopolita del mundo, es probar gastronomía diferente, es ver con otros ojos, es abrir la mente, es experimentar, es reflexionar, emocionarte e incluso, decepcionarte…
Viajar nos obliga a «escapar del aislamiento de nuestra zona de confort», como dijo Nicholas Kristof del New York Times, y a conocer gente y vivir nuevas situaciones en el mundo real, por lo que fortalece nuestra capacidad para sentir empatía por una variedad más amplia de personas y de una manera mucho más ...
Los viajes pueden llevarse a cabo por recreación (como parte del turismo o para visitar amigos y familia), pero también por muchas otras razones, como la práctica artística o la migración, para huir de una guerra o por motivos de salud como por ejemplo para recibir un tratamiento médico o visitar un balneario.
Un viaje no sólo te permite desconectar de lo cotidiano y conocer nuevos lugares, sino que también enriquece tu vida con experiencias (y cada experiencia se convierte en una gran historia que contar👌).
Un viaje es un término que implica viajar , lo cual puede ofrecer nuevas vistas, experiencias, culturas y perspectivas. El tránsito entre lugares o circunstancias puede ser positivo o negativo, físico o emocional, activo o intelectual.
Es vivir, conocer, disfrutar en familia. Es un placer conocer nuevos lugares, culturas y gente de otros lugares. Viajar es el momento en el que te separas de tu vida para impregnarte de la de los demás.