En conclusión, todos los expertos reconocen al héroe mitológico Hércules como fundador de la capital de la región andaluza, y es por ello que encontramos su figura e historia en lugares públicos de Sevilla como la rematada estatua de Hércules en una de las columnas del paseo de la Alameda sevillana que lleva su nombre ...
Según la mitología clásica, Hércules es hijo de Júpiter, equivalente del dios griego Zeus, y la mortal Alcmena. Además de sus doces titánicos trabajos, conocidos bajo el nombre de Los doce trabajos de Heracles, también se le considera el fundador de Sevilla.
“Spal” o “Ispal” fue su denominación, cuyo significado es 'tierra llana'. Los romanos adoptaron este término que evolucionó hasta llamarse “Hispalis”. Los árabes la llamaron “Ishbiliya”. Posteriormente, el nombre se castellanizó a Sevilla.
Según varios investigadores, Sevilla se conocía en la época prerromana como «Spal» o «Ispal» hasta la periodo romano, en el que pasó a llamarse «Híspalis», sobre el 206 a.C. Los godos serían los siguientes en otorgar su propia denominación (o variación) a Sevilla. En este caso: «Spalis».
Cuenta la historia que Julio César estuvo en Sevilla entre los años 68 y 65 a.C., cuando era cuestor —magistrado de la antigua Roma— de la provincia. En esta época, acometió algunas restauraciones como las principales murallas y sus torreones, reemplazando la antigua empalizada.
SEVILLA, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD | Documental Completo
¿Cómo se fundó Sevilla?
Según la versión más verosímil, la ciudad fue fundada por la tribu ibérica de los turdetanos que habitaban el valle del Guadalquivir, territorio que se correspondía con la antigua Tartessos. Los turdetanos denominaron “Spal” o “Ispal” al poblado que crearon en una isla del Guadalquivir.
Según la tradición fue Hércules el dios Hércules el que fundó la ciudad de Sevilla cuando vino persiguiendo por el río Guadalquivir a la diosa fenicia Astarté. Astarté giró a la derecha y fundó Triana, Hércules giró a la izquierda y fundó Híspalis.
Todo empezó en el 711 cuándo tropas musulmanas llegaron del norte de África y en sólamente 7 años ocuparon toda la Península Ibérica y derrocaron al poder visigodo de Toledo. La capital fue Córdoba pero Sevilla fue una ciudad destacada durante este periodo y tomaría el nombre de Ishbiliya.
Sevilla quiere decir -TIERRA DEL SEÑOR-. Y es que del poderoso dios oriental BAAL sus versiones ibéricas las tenemos desplegadas por todo el territorio: BA, BAS, BAL, BEL, BIL, etc., y para referirse a La Señora o El Señor.
Como es bien sabido, el topónimo Sevilla [sei3iya] es la forma última a la que ha llegado el topónimo Hispal(is) (ya latinizado) a través de fuertes transformaciones que alejan tanto ambas formas que, de no haber documentación intermedia, no sería fácil relacionarlas con seguridad.
El monarca de Castilla y León, Fernando III el Santo, conquistaba la ciudad de Sevilla el día 23 de noviembre de 1248. A la conquista de la capital bética habían acudido fuerzas de todos los reinos peninsulares.
Castillo de Sancti Petri. En este lugar se hallaba el Templo de Hércules Gaditano. Según el historiador latino Pomponio Mela, en el templo estaban enterrados los restos de Hércules, de ahí su gran fama.
Es la capital de Andalucía, así como la provincia de mayor extensión del la comunidad autónoma. Limita con las provincias de Málaga y Cádiz al Sur, Huelva al Oeste, Badajoz al Norte, y Córdoba al Este.
Sus monumentos, su gastronomía, su clima y su cultura hacen de Sevilla una capital muy atractiva. Su nombre está ligado a su historia. Los fenicios fueron los primeros en dar nombre a la capital hispalense.
En el año 712 d.C. Sevilla fue conquistada, al mando del caudillo Musa ibn Nusayr, y de nuevo se rebautiza; esta vez con el nombre de Isbiliya (que el vulgo pronunciaba shbilya, de donde procede su nombre actual) y también bautizan el «Río Grande» (Guad-al-Quivir).
En Sevilla viven actualmente en torno a 9.000 musulmanes, cifra resultante del descenso de los últimos años por la marcha de inmigrantes con la crisis del ladrillo, primero, y luego con la del coronavirus.
La historia de Sevilla se remonta a casi 3000 años atrás en el tiempo. Su patrimonio cultural, histórico y artístico es simplemente impresionante, teniendo uno de los cascos antiguo más extenso de España y Europa.
El callejero de Sevilla sigue estando muy lejos de alcanzar la paridad. No en vano, de las casi 4.500 calles que hay en la capital hispalense, según los datos oficiales del Ayuntamiento, solo 448 llevan el nombre de una mujer, lo que supone un escaso 9,9%.