Época romana Por aquella época, Sevilla era denominada por los tartessos como Tarssis (el nombre que le pusieron al Guadalquivir). Pero los romanos llegaron en el año 206 a.C. y Sevilla pasó a ser romana durante las famosas Guerras Púnicas. Los romanos hicieron de Sevilla una gran ciudad.
Es, sin duda, el yacimiento más conocido y uno de los más importantes de la provincia de Sevilla. Itálica fue una ciudad fundada por Escipión en el año 206 a.C. y la primera realizada por los romanos en la península.
Los fenicios llegaron a la península ibérica en el siglo XI a.C. y establecieron una serie de colonias a lo largo de la costa mediterránea y atlántica.
Según la leyenda, el origen de Sevilla se remonta a los Tartessos, ya que un comerciante fenicio tras recorrer el Mediterráneo y aventurarse tras el estrecho de Gibraltar (límite del mundo conocido hasta entonces) fundó la actual Cádiz y decidió remontar el Guadalquivir fundando una colonia en lo que hoy puede ser la ...
Sevilla tiene su origen en la antigua Ispal; todas las investigaciones apuntan que la fundación de Sevilla se sitúa en un terreno elevado junto al río Guadalquivir en el siglo VIII a.C. El poblado tartesso, Ispal, desarrolla un comercio activo con navegantes griegos, fenicios y cartagineses, quienes arriban a la ciudad ...
Hispalis. La antigua Sevilla fue denominada la colonia Julia Rómula Hispalis. Fue una de las ciudades más importantes del sur de la península ibérica, y curiosamente un personaje histórico de Roma: Julio César, está documentado que estuvo en la ciudad en la época de la Guerra Civil contra Pompeyo.
“Spal” o “Ispal” fue su denominación, cuyo significado es 'tierra llana'. Los romanos adoptaron este término que evolucionó hasta llamarse “Hispalis”. Los árabes la llamaron “Ishbiliya”. Posteriormente, el nombre se castellanizó a Sevilla.
Todo empezó en el 711 cuándo tropas musulmanas llegaron del norte de África y en sólamente 7 años ocuparon toda la Península Ibérica y derrocaron al poder visigodo de Toledo. La capital fue Córdoba pero Sevilla fue una ciudad destacada durante este periodo y tomaría el nombre de Ishbiliya.
En el año 712 d.C. Sevilla fue conquistada, al mando del caudillo Musa ibn Nusayr, y de nuevo se rebautiza; esta vez con el nombre de Isbiliya (que el vulgo pronunciaba shbilya, de donde procede su nombre actual) y también bautizan el «Río Grande» (Guad-al-Quivir).
Por aquella época, Sevilla era denominada por los tartessos como Tarssis (el nombre que le pusieron al Guadalquivir). Pero los romanos llegaron en el año 206 a.C. y Sevilla pasó a ser romana durante las famosas Guerras Púnicas. Los romanos hicieron de Sevilla una gran ciudad.
La historia de Sevilla comienza durante la Edad Antigua con el surgimiento en el actual centro de Sevilla de un primer núcleo de población con comerciantes fenicios, con el nombre de Spal.
El fin del dominio romano sobre las Hispanias se produjo en el año 409. Es muy evidente que esta afirmación rotunda puede discutirse, y resultado de ello en la misma se apuntarían los signos de algunas matiza- ciones.
Se conoce como conquista romana de Hispania al periodo histórico comprendido entre el desembarco romano en Ampurias (218 a. C.) y la conclusión de la conquista romana de la península ibérica al finalizar las guerras cántabras por César Augusto (19 a. C.), así como a los hechos históricos que conforman dicho periodo.
La reconquista de Sevilla tuvo lugar entre agosto de 1247 y el 23 de noviembre de 1248 por parte de las tropas castellanas de Fernando III de Castilla. La ciudad se encontraba gobernada por el caíd Axataf. Axataf entregándole las llaves de Sevilla a Fernando III. Pintura de Francisco Pacheco, siglo XVII.
Se cree que los Tartessos, civilización del suroeste de la península Ibérica, fundaron Sevilla en torno al siglo IX a.C. bautizándose como Spal. La ciudad sería ocupada años más tarde por los fenicios y los cartagineses.
¿Cuánto tiempo estuvieron los musulmanes en Andalucía?
Aunque la palabra al-Andalus tenga distintos matices en las fuentes árabes, el concepto de al-Andalus remite al territorio de la Península Ibérica que se encuentra bajo poder musulmán, que se extiende entre los años 711 y 1492.
De ese modo, Al-Andalus significa en árabe «la tierra de Venus» mediante «una perífrasis en griego que los árabes transliteran», indica el arabista. Los primeros dinares de oro acuñados en Córdoba por los árabes refuerza la tesis.
En abril de 711, un contingente formado por unos 18.000 combatientes, a las órdenes de Tariq ibn Ziyad, lugarteniente del gobernador del Norte de África, Musa ibn Musayr, se trasladó a Gibraltar desde Ceuta y Tánger, dando inicio a la conquista musulmana de la península Ibérica.
1Históricamente en 1609, con la decisión de Felipe III de expulsar a los Moriscos de España, termina una historia gloriosa. Como acaba de escribirlo Míkel de Epalza, «es el desenlace de nueve siglos del Islam de Al-Andalus»1.
Como es bien sabido, el topónimo Sevilla [sei3iya] es la forma última a la que ha llegado el topónimo Hispal(is) (ya latinizado) a través de fuertes transformaciones que alejan tanto ambas formas que, de no haber documentación intermedia, no sería fácil relacionarlas con seguridad.
Los romanos llegaron a la península el año 218 a. C. justo con el comienzo de la Segunda Guerra Púnica, en la que volvían a enfrentarse a los cartagineses.