La capacidad de una mochila se mide en litros. Para una actividad no técnica de un día puede servirnos una mochila de entre 20-30 litros. Para un par de días, una mochila de entre 35 y 50 litros será suficiente, y para más días 50 a 70/90 litros, en función del material a transportar y la logística planificada.
Cuando hablamos de mochilas pequeñas, nos referimos a una capacidad que puede ir desde los 20 litros a los 40 litros. Las mochilas que son medianas, tienen una capacidad que va desde los 45 litros a los 60 litros. Finalmente las mochilas grandes tienen una capacidad que va desde los 60 litros a los 90 litros.
Su volumen oscila los 40 o 45 litros y están diseñadas para soportar un peso de 8 a 10 kilos. Aunque son mochilas más técnicas, algunos modelos pueden usarse también para senderismo o trekking.
Así, es recomendable optar por las mochilas de colegio de 25 cm y 28 cm para niños que van a la guardería (tanto por tamaño como por altura) y por las mochilas escolares de más de 33 cm para los que bien van a comenzar primaria o bien ya la han comenzado.
La capacidad de una mochila se mide en litros y se puede encontrar en la etiqueta del producto o en su descripción. Esta característica de las mochilas se mide en litros porque es una unidad de medida que indica el volumen capaz de soportar este tipo de bolsos.
Gracias a los distintos compartimentos y bolsillos, en las mochilas de 50 litros puedes distribuir el peso de forma equitativa y hacer así tu viaje mucho más confortable. Estas mochilas pueden llegar a contener hasta unos 15 kilos, aproximadamente.