Y es que el lanzamiento de farolillos en Baiona se realizaba los dos sábados anteriores al inicio de las fiestas navideñas. El lugar elegido para la suelta eran los muelles del Nive (en concreto, la plaza Carreau des Halles). De un lado, el río; del otro, el casco histórico de la localidad de Iparralde.
Desde su majestuosa catedral gótica, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998 como parte de las rutas del Camino de Santiago, hasta sus murallas, el claustro, el Castillo Viejo y el casco antiguo protegido, recorrer Bayona es hacer un verdadero viaje en el tiempo.
Unos 2-3 días (sin contar el tiempo de viaje) serán suficientes para conocer lo más importante de los lugares que visitamos. Nosotros estuvimos durante un fin de semana, llegamos a Bayona el viernes por la tarde y nos fuimos el domingo por la tarde también.
Estará instalada en la plaza del ayuntamiento del 29 de diciembre de 2024 al 31 de enero de 2025 . El horario será de 11:00 a 20:00. El precio es de 7€ por persona, menores de 11 años 5€ y gratuito para los menores de 2 años.
Bayona es además sede de la Comunidad de aglomeración del País Vasco, que engloba a los municipios del País Vasco francés. Su población era de 51 943 habitantes en 2019. El gentilicio en español es bayonés o bayonesa.
Cada año, personas de todo el mundo se reúnen en la localidad de Pingxi, quienes acuden para lanzar al cielo sus deseos de Año Nuevo escritos en farolillos de papel incandescentes, que flotan gracias al efecto del queroseno.
El casco urbano de Baiona se acerca al mar con tres playas: Santa Marta, playa tranquila de tradición marisquera, A Ribeira, a los pies del recinto amurallado y protegida y A Cuncheira, abierta al océano.
Son las conocidas abdicaciones de Bayona, nombre que se debe a la localidad francesa en la que estas tuvieron lugar. Carlos IV y Fernando VII fueron obligados a abdicar sucesivamente sus derechos al trono de España a favor de Napoleón Bonaparte.
Fascinante festival de las linternas flotantes en Tailandia. ¡Gracias por su apoyo! Miles de linternas de papel sobrevolando el cielo nocturno de Tailandia, esta sea quizás una de las imágenes más impactantes cuando mencionamos al hermoso país de las sonrisas en el sudeste asiático.
El Festival de los Faroles se celebra en China desde hace más de dos milenios y tiene su origen en la época en la que el budismo se popularizó en el país, cuando los monjes iluminaban sus templos como muestra de respeto.
Bayona es una preciosa localidad francesa, muy cerca de la frontera con España, que forma parte también del País Vasco francés. Situada entre los ríos Adur y Nive, el casco antiguo está dividido en dos partes, la Grand Bayonne y la Petit Bayonne.
El marmitako merece estar en lo más alto de esta lista. Tiene todo el sabor del Cantábrico en un solo guiso. Es un plato que los pescadores preparaban en el mar, cocinando parte de sus capturas de bonito (atún blanco) con patatas y verduras en una olla de metal.
Vivir en Bayona significa vivir en un entorno sublime a pocos kilómetros del mar, disfrutando de la rica cultura vasca y de un entorno natural excepcional. Bayona es una ciudad vibrante, pero conserva el encanto de una provincia y un ambiente acogedor .
Cuenta con alrededor de 300 000 habitantes en 2020 y la ciudad más poblada es Bayona. Si bien en las zonas urbanas se habla mayoritariamente francés, en las zonas rurales, poco pobladas, la lengua materna de la mayoría de la población es el euskera. Los dialectos autóctonos son el navarro-labortano y el suletino.
El origen del topónimo Bayona ha sido, históricamente, fruto de innumerables controversias: estudios recientes parecen relacionar el origen del mismo con el cercano río Baíña. Su primer elemento "bay" (en gallego "bai") derivaría del preindoeuropeo vascónico "ibai" que significa vega o río.
Las abdicaciones o también conocidas como "Farsa de Bayona", fueron una serie de jugadas políticas organizadas por Napoleón Bonaparte para quedarse con el control del reinado de España.