Gastos no deducibles en el IRPF del autónomo Los donativos y liberalidades. Las pérdidas del juego. Los gastos que hayas tenido con personas o entidades que residan en paraísos fiscales. El IVA soportado que ya te hayas deducido en la declaración trimestral de IVA.
Por ejemplo, no es gasto deducible, las compras de alimentos para el hogar o los gastos de la cena familiar, los de vestuario, capacitación o entretenimiento personales, entre otros.
¿Qué tipo de gastos no son deducibles del impuesto de renta?
Los gastos no deducibles en su cuenta se debe abonar con los gastos que no son deducibles, como las multas y sanciones, las pérdidas del juego, los gastos personales del empresario, los gastos de capital, entre otros.
En ningún caso son deducibles las sanciones, el recargo de apremio y el recargo por presentación fuera de plazo de declaraciones-liquidaciones y autoliquidaciones tributarias.
No se consideran gastos deducibles de irpf los siguientes: Los que representan una retribución de los fondos propios. Las multas y sanciones penales y administrativas, recargos de apremio y por presentación fuera de plazo de declaraciones-liquidaciones y autoliquidaciones. Las pérdidas del juego.
Principales Gastos Deducibles y No Deducibles del Impuesto a la Renta (Resumen)
¿Qué gastos son deducibles y cuáles no?
Como regla general, se considera deducible todo gasto que puede restarse de los beneficios de una actividad económica a la hora de pagar impuestos. Conocer este tipo de gastos ayuda a no cometer errores que den lugar a sanciones o revisiones que pueden perjudicar la salud financiera.
Estos son los gastos normales que están relacionados con tu actividad. Si tienes consulta privada y estás en el régimen de actividad empresarial y profesional, aquí entraría la renta del consultorio, material médico, etc.
- no busca conseguir un ingreso inmediato a cambio, pero como sentencia el Tribunal Supremo, serían deducibles esos gastos si son dirigidos “a mejorar el resultado empresarial, directa o indirectamente, de presente o de futuro”, y esa es la razón por la que se pueden deducir.
Por ejemplo, si eres dentista y para poder prestar tus servicios haces gastos en compra de herramienta, muebles, aparatos, entre otros; son conceptos son deducibles de impuestos. Como podrás darte cuenta en este punto las deducciones de impuestos son estrictamente respecto a la actividad económica que realizas.
¿Cuál es el tope de deducciones personales? De acuerdo con lo que establece el Código Fiscal de la Federación, las deducciones personales no deben exceder el 15% del total de los ingresos declarados.
¿Cuánto desgravan por el seguro de hogar en la declaración?
Se estima que la deducción máxima que se podrá realizar por esta póliza en la declaración de la renta será de unos 1.356 euros. La cantidad máxima que podrás desgravarte cada año en concepto de adquisición de la vivienda no podrá superar en ningún caso los 9.040 euros.
Esto se debe a que los gastos para compra de ropa no están expresamente señalados en el artículo 151 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta. Para que pueda ser deducibles, deben ser empleados en la actividad del negocio y que sea de estricta indispensabilidad para tu giro.
Si usas el teléfono para tu negocio en forma parcial, puedes hacer la cuenta. Si el 50% del uso es para tu negocio y el 50% del uso es para fines personales, puedes deducir la mitad de los costos.
Para que tu gasolina sea deducible, es fundamental contar con los comprobantes fiscales que respalden los gastos realizados en gasolina. Estos comprobantes deben cumplir con los requisitos fiscales y contener la información necesaria, como el RFC del emisor, descripción del servicio, monto y forma de pago.
También se tiene que considerar que, desde el 2014, hay un límite para las deducciones y es equivalente a un 53% del monto de los pagos por ingresos exentos para trabajadores.
Gastos variables necesarios: son gastos necesarios para vivir, pero que se pueden reducir si se hace un uso racional del consumo. Para una familia, serían a electricidad, la comida, la ropa, el transporte, los electrodomésticos, etc.
En concreto, consiste en dividir los ingresos netos que recibes cada mes en tres grupos: 50 % para cubrir tus necesidades básicas. 30 % para gastos prescindibles, por ejemplo, salir a comer. 20% restante destinado al ahorro.