Alcázar es un término español para designar a un castillo o palacio fortificado donde reside el rey. Proviene de la palabra árabe القصر -al qaçr-, que a su vez es una deformación del latín castrum y de su plural castra.
Alcazaba es una palabra de origen árabe que significa “la ciudadela”. Es una construcción o recinto fortificado de carácter urbano, con la función de servir de residencia a un gobernador y defender un lugar determinado.
El término latino castra, que puede traducirse como “campamento”, llegó al árabe clásico y luego al árabe hispánico antes de aparecer en nuestra lengua como alcázar. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), un alcázar es una estructura fortificada o la vivienda de un príncipe.
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¿Qué finalidad tenía el Alcázar?
El Alcázar de Sevilla se construyó como fortaleza para proteger a las autoridades musulmanas, y actualmente es el palacio real en uso más antiguo de Europa.
Ya en el siglo XIV era la residencia de la corte española. Se recibían en sus estancias a miembros de otras cortes. Los Reyes Católicos vivieron en el Alcázar de Sevilla. Incluso tuvieron a un hijo aquí, Juan.
Famoso por construir la Mezquita de Córdoba, Abd al-Rahman III fue quién inició lo que hoy conocemos como Alcázar. El Alcázar de Sevilla empezó a tomar su aspecto actual tras la conquista de Sevilla por los árabes en el año 713 d.C. y desde el 720 lo utilizaron como residencia de sus gobernantes.
Antes la sede del poder omeya de al-Andalus estuvo dentro del espacio de la ciudad bajo-imperial romana, no lejos de la mezquita aljama hispalense, localizada en la actual Colegiata del Salvador.
¿Qué diferencia hay entre un castillo y un alcázar?
La alcazaba es una palabra en árabe que significa castillo o fortaleza, aunque también se le suele denominar a todo un perímetro fortificado que se usa como refugio. La principal diferencia entre un castillo y una alcazaba radica en que la alcazaba tiene en su interior una pequeña ciudad o medina.
Fue construido en tan sólo diez años, entre 1356 y 1366, por alarifes mudéjares procedentes de Toledo, Granada y Sevilla. Era la residencia privada del gobernante, en contraposición con el marcado carácter público del Palacio Gótico.
La expresión “el hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos como cerrojo de alcázar”, es una metáfora que hace referencia a una ciudad fortificada con muros alrededor, cuyo objetivo era proteger de los invasores.
Cualquier castillo o palacio fortificado. Casa real o habitación del príncipe, esté o no fortificada. Espacio que media, en la cubierta superior de los buques, desde el palo mayor hasta la popa o hasta la toldilla, si la hay.
El Alcázar es una fortificación sobre rocas, ubicada en la parte más alta de la ciudad de Toledo. Su nombre se debe a los árabes, que lo llamaron «Al Qasar», que significa «fortaleza».
La alcazaba se diferencia del alcázar en que la alcazaba era un recinto amplio y fortificado que servía como centro de la ciudad. Mientras que alcázar era un castillo o palacio donde vivía el príncipe o aristócrata. Este palacio podría estar dentro de la alcazaba o en otro lugar.
Pero el Alcázar es, fundamentalmente, obra de los Trastámara. Juan II ordenó construir el imponente torreón, aunque fue Enrique IV quien estuvo más vinculado al Alcázar, creando la sala del Trono, la de las Piñas, la de la Galera, y otras adaptaciones que lo convirtieron en un auténtico castillo-palacio.
El Alcázar de Sevilla fue construido entre los años 913-914 por el primer califa andalusí, Abd al-Rahman III. Durante los siguientes siglos, le fueron añadidos diferentes palacios y jardines por los soberanos musulmanes.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Real Alcázar de Sevilla es el palacio en uso más antiguo de Europa. Sus orígenes se remontan al siglo XI, cuando las autoridades musulmanas decidieron construir una fortaleza en una zona estratégica de Sevilla para garantizar su seguridad.
El Real Alcázar de Sevilla, un oasis en pleno centro de la ciudad con 7.000 metros cuadrados de jardines y su fastuoso palacio del rey Don Pedro, el primero tan suntuario construido para un monarca castellano, lleva más de cien años sirviendo de plató cinematográfico.
El desaparecido Real Alcázar de Madrid fue un palacio real de la monarquía Hispánica hasta 1734, año en que fue destruido por un incendio de incierto origen.