Ayúdalo a que descanse adecuadamente, una buena rutina de sueño le permitirá dormir bien y asimismo su salud se mantendrá en buen estado y ¡lista para enfrentar el frío!
Abrígate bien, utiliza gorro, guantes, bufanda (cubriendo principalmente nariz y boca) y calcetines gruesos. Consume gran variedad de frutas y verduras para mejorar las defensas de tu cuerpo (incluye vitamina C). Estornuda correctamente, utiliza un pañuelo desechable o cúbrete con el ángulo interno del brazo.
¿Cuáles son las medidas de proteccion para el frío?
Vestir con ropa gruesa y calzado cerrado (chamarra, abrigo, bufanda, guantes, etc.) cubriendo todo el cuerpo. Comer frutas y verduras amarillas ricas en vitaminas A y C. Las frutas de temporada son las indicadas.
Póngase ropa de abrigo que sea adecuada: un abrigo o chaqueta de tejido cerrado y preferiblemente resistente al viento, capas interiores de ropa liviana y abrigadora, guantes, gorro, bufanda, y botas impermeables.
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¿Cómo combatir el frío en invierno?
Algunos recomiendan abrigarte con varias prendas en lugar de una muy gruesa; así puedes adaptarte según la temperatura del día y los lugares a los que vayas. Intenta usar ropa térmica. Usa bufanda para cubrirte boca y nariz; guantes para las manos y un gorro para las orejas y la cabeza.
El frío predispone a la formación de trombos en las arterias cerebrales y coronarias, así como al aumento de la presión arterial, pudiendo dar lugar a ictus y cardiopatía isquémica. Aumentando el riesgo de caídas y accidentes de tráfico, con las consiguientes lesiones, por la formación de placas de hielo o nieve.
Por lo general a los niños no les gusta abrigarse, así que lo recomendable es vestirlos por capas, donde la que esté en contacto con el cuerpo debe ser siempre de algodón. "Se deben evitar las fibras sintéticas, que no permiten una adecuada ventilación.
La dermatóloga recomienda que cuando hace mucho frío los niños usen prendas como gorro, bufanda, un buen calzado y guantes: “Y añadir solamente una camiseta o body de algodón, a ser posible de tirantes, junto con una camiseta o camisa y un jersey”.
Existen diversas prendas esenciales que aseguran su confort y abrigo, como conjuntos térmicos para el interior, camisetas y sudaderas de manga larga, pantalones y calcetines de algodón, pijamas y batas cómodas, abrigos y chaquetas de invierno, conjuntos de punto y chándal.
Cuando haga frío y la temperatura en la habitación de tu bebé descienda por debajo de 18°, vístele con un body de manga larga, un pijama y un saco de dormir grueso. De 16° a 17°, añade un par de calcetines.
Lo mejor para tapar a un bebé recién nacido en invierno es recurrir a la ropa de cuna de 60x120 cm o la de 70x140 cm de Alondra, en función del tamaño de la camita del peque. El set nórdico y protector de cuna es perfecto, ya que con un mismo kit arropas a tu bebé y lo proteges de golpes mediante el protector.
Para medir la temperatura corporal de un bebé no debes fijarte ni en sus manos ni en sus pies, pues estas extremidades suelen estar ligeramente más frías respecto al resto de su cuerpo. Lo mejor es que toques su cuello, su nuca, su pecho o su espalda. En caso de que las notes frías, sabrás que el pequeño tiene frío.
La respuesta resumida es clara: no, el frío no enferma.
Esto puede favorecer la aparición de otras condiciones (como sabañones o hipotermia), pero para que exista una gripe o catarro tiene que haber una infección, y para que exista una infección se tiene que dar una transmisión vírica.
Las bajas temperaturas y la escasa humedad ambiental juegan en tu contra, sobre todo al inicio de la infección. Respirar aire seco puede resecar la mucosa nasal, provocando un daño epitelial y/o una reducción del aclaramiento mucociliar, lo que te haría más vulnerable a las infecciones por virus respiratorios.
La hipotermia se produce cuando la temperatura del cuerpo es inferior a 35ºC. Los síntomas más tempraneros de la hipotermia es la contracción de manos y pies, los escalofríos, piel de gallina, aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca…
Toma alguna bebida templada -tirando a caliente- como un vaso de leche, un caldo o una infusión. Darse una buena ducha con agua caliente, también ayuda y mucho. La clásica reacción de frotarse las manos y los pies es perfecta para mejorar la circulación sanguínea y que la temperatura corporal aumente rápidamente.
Entre 22 y 24 grados: cuando hagan estas temperaturas, utilizaremos siempre capas finas. Podemos utilizar un bodi ligero junto con otra capa fina si lo vemos necesario. Entre 18 y 21 grados: en este caso podemos utilizar un bodi ligero y algo más para arropar al pequeño, como una pequeña manta de algodón, por ejemplo.
Los pijamas manta también se conocen como buzo o mono para bebé o niño, y son la evolución natural del clásico saco de dormir para bebé, perfectos para el libre movimiento de tu peque mientras duerme, gatea, camina o juega.
Abrigarlos demasiado puede producir al bebé síntomas como fiebre e incluso los puede llegar a deshidratar. Si suda más de lo debido, puede mojar la ropa con su sudor y esa humedad afectará su salud. Truco para detectar si tu bebé tiene frío: No te guíes por la temperatura de manos o pies.