“Spal” o “Ispal” fue su denominación, cuyo significado es 'tierra llana'. Los romanos adoptaron este término que evolucionó hasta llamarse “Hispalis”. Los árabes la llamaron “Ishbiliya”. Posteriormente, el nombre se castellanizó a Sevilla.
Según varios investigadores, Sevilla se conocía en la época prerromana como «Spal» o «Ispal» hasta la periodo romano, en el que pasó a llamarse «Híspalis», sobre el 206 a.C. Los godos serían los siguientes en otorgar su propia denominación (o variación) a Sevilla. En este caso: «Spalis».
En el año 712 d.C. Sevilla fue conquistada, al mando del caudillo Musa ibn Nusayr, y de nuevo se rebautiza; esta vez con el nombre de Isbiliya (que el vulgo pronunciaba shbilya, de donde procede su nombre actual) y también bautizan el «Río Grande» (Guad-al-Quivir).
Se cree que los Tartessos, civilización del suroeste de la península Ibérica, fundaron Sevilla en torno al siglo IX antes de Cristo (a. C.), bautizándola con el nombre de Spal o Ispal.
Tal y como recogen los restos arqueológicos hallados, Alcalá de Guadaíra se posiciona como uno de los pueblos más antiguos de Sevilla. Allá por la Edad del Cobre, entre los años 2500-1500 a.
Según la leyenda, el origen de Sevilla se remonta a los Tartessos, ya que un comerciante fenicio tras recorrer el Mediterráneo y aventurarse tras el estrecho de Gibraltar (límite del mundo conocido hasta entonces) fundó la actual Cádiz y decidió remontar el Guadalquivir fundando una colonia en lo que hoy puede ser la ...
“Spal” o “Ispal” fue su denominación, cuyo significado es 'tierra llana'. Los romanos adoptaron este término que evolucionó hasta llamarse “Hispalis”. Los árabes la llamaron “Ishbiliya”. Posteriormente, el nombre se castellanizó a Sevilla.
La reconquista de Sevilla tuvo lugar entre agosto de 1247 y el 23 de noviembre de 1248 por parte de las tropas castellanas de Fernando III de Castilla. La ciudad se encontraba gobernada por el caíd Axataf. Axataf entregándole las llaves de Sevilla a Fernando III. Pintura de Francisco Pacheco, siglo XVII.
Sevilla quiere decir -TIERRA DEL SEÑOR-. Y es que del poderoso dios oriental BAAL sus versiones ibéricas las tenemos desplegadas por todo el territorio: BA, BAS, BAL, BEL, BIL, etc., y para referirse a La Señora o El Señor.
Como es bien sabido, el topónimo Sevilla [sei3iya] es la forma última a la que ha llegado el topónimo Hispal(is) (ya latinizado) a través de fuertes transformaciones que alejan tanto ambas formas que, de no haber documentación intermedia, no sería fácil relacionarlas con seguridad.
Durante el período en que Sevilla fue la capital del Imperio almohade en Al Ándalus, entre 1146 y un poco antes de su conquista por Fernando III en 1248, se hicieron obras de importancia en su Alcázar y en el resto de la ciudad.
1Históricamente en 1609, con la decisión de Felipe III de expulsar a los Moriscos de España, termina una historia gloriosa. Como acaba de escribirlo Míkel de Epalza, «es el desenlace de nueve siglos del Islam de Al-Andalus»1.
Se encuentran en Colombia, Estados Unidos, Filipinas, Ecuador, Panamá, Guinea y Jamaica. También hay siete Sevillas en el mundo, además de la urbe hispalense. Están localizadas en Colombia, Estados Unidos, Filipinas, Ecuador, Panamá, Guinea y Jamaica.
Según la versión más verosímil, la ciudad fue fundada por la tribu ibérica de los turdetanos que habitaban el valle del Guadalquivir, territorio que se correspondía con la antigua Tartessos. Los turdetanos denominaron “Spal” o “Ispal” al poblado que crearon en una isla del Guadalquivir.
Se cree que los Tartessos, civilización del suroeste de la península Ibérica, fundaron Sevilla en torno al siglo IX a.C. bautizándose como Spal. La ciudad sería ocupada años más tarde por los fenicios y los cartagineses.
Sevilla ha dado el nombre de Cristóbal Colón a uno de sus paseos principales, el que corre junto al río Guadalquivir con la Plaza de Toros de la Maestranza y el Teatro de la Maestranza como principales referencias, rematado con la Torre del Oro.
La Alameda de Hércules es una importante alameda o jardín público situado en el centro histórico de Sevilla, y por su antigüedad (1574) se clasifica como el más antiguo jardín público de España y de Europa.