Se extienden a lo largo de cientos o miles de kilómetros y pueden originar precipitación medible en el suelo. Su contenido hídrico está entre 0,1 y 0,3 gramos por metro cúbico y alberga tanto gotitas de agua como cristalitos de hielo. ¡Cientos de millones de toneladas!
Por tanto, LeMone calculó que si una nube tenía un kilómetro cúbico de densidad y se multiplicaba por los gramos que pesan las partículas de agua, en una nube así habría 500.000.000 gramos de gotas de agua. Eso serían alrededor de 550 toneladas: más de 227 elefantes juntos de aproximadamente 2.200 kilogramos cada uno.
Con estos datos como referencia, un cumulus mediocris o nube estándar presenta una densidad media calculada de medio gramo por metro cúbico. Es decir, cada metro cúbico de nube puede contener, de media, hasta medio gramo de agua.
La base se encuentra entre 700 y 1.500 m, y los topes (la parte superior de la nube) llegan a 24 y 35 km de altura. Están formadas por gotas de agua, cristales de hielo, gotas superenfriadas, focos de nieve y granizo.
Un telescopio chino descubre la nube atómica más grande jamás detectada. La nube, detectada por el Telescopio Esférico FAST ubicado en la provincia china de Guizhou, está formada por átomos de hidrógeno y mide unos 2 millones de años luz.
Según cálculos del meteorólogo y profesor de la Escuela de Meteorología de Toulouse Sébastien Laflorencie, “algunas alcanzan los mil millones de toneladas de peso, equivalentes al de unos 10.000 camiones cisterna”.
Las dimensiones de un cúmulo de este tipo suelen ser de 1.000 metros de largo, por 1.000 metros de ancho y 1.000 metros de altura. Por tanto, se aproxima al volumen de un cubo de mil millones de metros cúbicos.
Una nube no es un objeto cuantificable casi de ninguna forma. El tamaño puede variar desde apenas unos cm2 en el momento en que el primer núcleo de condensación favorece su formación, hasta cubrir el Atlántico entero....
Como 1 litro de agua equivale a 1.000 gramos, tendremos que en un metro cúbico de nube hay solo 0,0003 litros. Pero tenemos una nube de 1 km3. Al multiplicar los 0,0003 litros por 1.000.000.000 nos da como resultado que en la nube hay 300.000 litros de agua.
Debido a que, a tanta altitud, el aire es muy frío y seco, las nubes altas están formadas, prácticamente, de solo cristales de hielo. Además, las nubes altas no producen precipitaciones, pero sí pueden indicar la llegada de un frente en las próximas 24 o 36 horas.
Las nubes se originan cuando el aire ascendente se enfría y el vapor de agua que contiene se condensa. Este fenómeno se produce de diferentes maneras. CONVECCIÓN. El calor del suelo calienta el aire próximo a la Tierra y, al ser menos denso que el aire que lo rodea, asciende.
Al multiplicar los 0.0003 litros por 1.000.000.000 nos da como resultado que en la nube hay 300.000 litros de agua. Todo sucede cuando una masa de aire caliente asciende, el vapor de agua que contiene se enfría y se condensa formando gotitas o cristales de hielo, cuya apariencia son las nubes!!!.
Las nubes de tormenta son aquellas que parecen una bola de algodón, a pesar de que a simple vista parecen ligeras, su peso es el equivalente a 3.3 ballenas azules, 500 mil kilogramos.
Según el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de Boulder (Colorado), un cúmulus medio pesa alrededor de 100 elefantes, mientras que las grandes nubes de tormenta pueden llegar a tener un peso de 200.000 elefantes.
Y la explicación es, simplemente, que todo ese peso se distribuye en pequeñas gotas que ocupan una superficie muy extensa y que por tanto tiene poca densidad. Además, las nubes están sostenidas por el peso de los gases que hay en la atmósfera debajo de ellas y que son muchos más densos que el vapor de agua.
Lo cierto es que mucho, no en vano una de las unidades de medida más populares a la hora de pesar las nubes es el elefante. Un cumulus medio pesa unos 100 elefantes, mientras que las grandes nubes de tormenta casi rompen la báscula, con un peso de nada menos que 200.000 elefantes.
Esas gotas de agua chocan unas con otras y se agregan, aumentan su tamaño y al final, cuando ese peso es superior a la fuerza de rozamiento que ejerce el aire alrededor, precipitan, es decir, caen. Por eso llamamos precipitación a la lluvia o la nieve.
Los tres tipos principales de computación en la nube son la nube pública, la privada y la híbrida. Dentro de estos modelos de implementación, hay cuatro servicios principales: infraestructura como servicio (IaaS), plataforma como servicio (PaaS), software como servicio (SaaS) y computación sin servidores.
En la parte superior de la troposfera se encuentran las nubes altas, que, dependiendo de la ubicación geográfica, se dan entre los 3,05 y los 18,29 kilómetros aproximadamente. Por debajo se encuentran las nubes de nivel medio, que suelen estar entre los 1,83 y los 7,62 kilómetros.