Se estima que un bus urbano emite 0,049kg de CO2 por kilómetro y por pasajero, esta cantidad se reduce en los autobuses interurbanos, que emiten 0,032kg de CO2, en los mismos términos.
[16] En el caso de las emisiones de CO2 en un turismo de gasolina, la emisión media es de unos 220 g/km [18], mientras que en un autobús diésel, la emisión media se estima en 1150 g/km [19].
La actividad del transporte (nacional e internacional) en la Unión Europea supuso la emisión de 896.873 kilotoneladas de CO2eq, lo que representa el 27,1 % del total de las emisiones de GEI de la UE en 2020 (un 30,5 % en 2019).
Los automóviles de pasajeros son una fuente importante de contaminación y representan el 61 % de las emisiones totales de CO2 del transporte por carretera de la UE .
La combustión de 1 litro de queroseno libera 2,52 kg de CO2, a los cuales hay que añadir 0,52 kg debido a la extracción, el transporte y la refinación, es decir, una emisión total de 3,04 kg de CO2 por litro de combustible aéreo.
La huella de carbono anual de un camión promedio es de aproximadamente 223 toneladas de CO2, equivalente a las emisiones de 14 estadounidenses promedio.
Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), los trenes emiten de media 19 gramos de CO2e durante su ciclo de vida por pasajero-kilómetro. Las emisiones exactas dependen del tren y del operador.
En el caso de los diésel, como tienen una mayor eficiencia energética y queman menos combustible que los coches de gasolina, producen entre un 20 y un 25% menos de CO2.
Las emisiones de CO2 del combustible de aviación son de 3,15 gramos por gramo de combustible [1], lo que equivale a unas emisiones de CO2 de un Boeing 737-400 de 115 g por pasajero y kilómetro . A una velocidad de crucero de 780 km/h [Wikipedia, 28/2/08], esto equivale a 90 kg de CO2 por pasajero y hora.
El diésel produce 2,6391 kg de CO₂ por litro quemado. Las cifras exactas dependen de la calidad del combustible. Dado que el combustible pesa menos de un kilogramo por litro, es interesante observar cómo el peso de las emisiones se multiplica por la adición de oxígeno.
Las emisiones medias por persona y año de CO2 ascienden a unas, 5,5 toneladas, lo que supone el doble de lo que se considera ade- cuado para no provocar interferencias peligro- sas en el clima. En todo caso, hay grandes diferencias entre unos países y otros.
El ciclismo y el uso de ciclomotores son opciones de transporte personal altamente sostenibles. Las bicicletas no emiten contaminantes y son una forma eficiente de moverse en distancias cortas o medianas, especialmente en áreas urbanas congestionadas.
Pensarlo así podría ser útil: 1 kg de dióxido de carbono llenaría una pelota de playa grande (con un diámetro de poco más de 1 m) . Esta es la misma cantidad de dióxido de carbono que se produce al conducir un coche promedio a 3,7 km. O lo mismo que usar medio litro de gasolina en el coche o preparar 16 tazas de té.
Tradicionalmente, los motores diésel han sido valorados por su mayor eficiencia en términos de consumo, siendo sus emisiones de CO2 más bajas por kilómetro recorrido que los motores de gasolina.
Por ejemplo, un estudio del Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan afirma que la intensidad energética del transporte en coche es, en promedio, un 57 % mayor que la del transporte aéreo. En otras palabras, un coche emite más CO2 que un avión promedio porque consume más energía para transportar la misma cantidad de pasajeros.
La emisión media de CO2 de los autobuses es de 822 g/km . El recorrido total de autobuses por vehículo en el Reino Unido es de 5.200 millones al año [lo que da una emisión total de CO2 de 4,3 millones de toneladas, es decir, 0,07 toneladas por persona al año].
En este sentido, un informe de la ONU, asegura que la industria de la moda es la responsable de una contaminación atmosférica y más emisiones de carbono que aquella que se producen la suma de todos los vuelos y transporte marítimo del planeta.
¿Cuáles son las 3 principales fuentes de emisiones de CO2?
La producción de electricidad y calor son los principales contribuyentes a las emisiones globales. Les siguen el transporte, la manufactura, la construcción (principalmente cemento y materiales similares) y la agricultura. Sin embargo, la situación no es la misma en todas partes.
El medio más contaminante es el avión, seguido del coche. La industria de la aviación emite 192 gramos de CO2 por kilómetro y pasajero, por los 121 gramos de un automóvil, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).