La ampliación de horizontes que se produce al viajar, al conocer nuevas culturas, otras gastronomías, vestimentas, músicas y tradiciones te permite ver el mundo con una perspectiva diferente. Viajando desarrollas una mentalidad más abierta ante otras formas de vivir con sus propias costumbres cotidianas.
Viajar es una gran motivación, además de una fuente de alegría, reflexión y autodescubrimiento. Viajar nos permite explorar nuevos climas y culturas, sumergirnos en ellos y estimular nuestra mente. Obviamente, hay otras personas que prefieren la monotonía y estar cómodos en su hogar.
Los estudios demuestran que las personas de mente abierta tienden a procesar la información de forma diferente y, de hecho, pueden ver el mundo de forma distinta a las personas menos tolerantes. Viajar te hace más abierto de mente porque sales de tu zona de confort.
Conclusión. Viajar es bueno para la salud de muchas formas diferentes. Ayuda a nuestro corazón, rejuvenece nuestro cerebro, impulsa las hormonas de la felicidad, nos causa bienestar y nos libera del estrés y mucho más.
Experiencias enriquecedoras como los viajes, pueden estimular la producción de serotonina, lo que generaría una sensación de felicidad y bienestar general que ayudaría a mejorar tu estado de ánimo.
Viajar abre tu mente a experiencias únicas y misteriosas
¿Por qué es bueno viajar?
Te brinda felicidad por mucho tiempo
Si, viajar es bueno para la salud fundamentalmente porque nos da felicidad. Y un motivo muy importante de que viajar sea fuente de felicidad, son los buenos recuerdos. Es decir, cuando viajamos somos felices durante esos instantes, que pueden ser horas, días o semanas.
Viajar, especialmente a través de zonas horarias o a entornos desconocidos, provoca cambios en nuestro ritmo circadiano, lo que provoca alteraciones en la producción y regulación hormonal . El estrés y la alteración de los patrones de sueño son catalizadores clave del desequilibrio hormonal durante el viaje.
Viajar a nuevos lugares tiene tres beneficios principales: mayor curiosidad por aprender cosas nuevas , ideas creativas que surgen con mayor naturalidad y mayor sentido de independencia.
Se hace referencia al Síndrome Wanderlust para hablar de aquellos individuos cuyo principal objetivo en la vida es viajar. El síndrome se asocia rápidamente a los jóvenes, pero lo cierto es que cualquiera puede padecerlo, ya que parece haberse convertido en la pandemia del siglo XXI.
La exposición a diferentes culturas, comidas, idiomas y experiencias fomenta la adaptabilidad, la empatía, las habilidades sociales, la resiliencia, la tolerancia y la diversidad en los niños. Ayuda a moldear las personas en las que se convertirán y a aumentar su coeficiente intelectual a través de los viajes .
Un estudio realizado por investigadores de Arizona, en Estados Unidos, llegó a la conclusión que las personas que se toman vacaciones y viajan, son menos propensas a estar cansadas, estresadas y deprimidas.
✔️ Aprende técnicas de relajación: Practica técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga. Estas herramientas te ayudarán a calmar la mente y reducir la ansiedad. ✔️ Establece una rutina: Mantén una rutina diaria estable durante tu viaje.
La emoción, la alegría y los nervios positivos de un gran viaje son como todos los grandes momentos de una vida: mariposas en el estómago, escalofríos, tensión y cosquilleo. Pero sobre todo: una sensación ancha y amplia de felicidad.
Viajar es una de las mayores alegrías que puedes experimentar: visitar nuevos países, explorar diferentes culturas, probar nueva comida, estar frente a paisajes imponentes e inspiradores... es todo increíblemente maravilloso. Es una experiencia de aprendizaje tan divertida como satisfactoria, de hecho.
Viajar es una gran experiencia para todos los sentidos. Nos despierta el interés, nos divierte y nos permite ver lugares asombrosos y nutrirnos de otras culturas. Todo esto no se queda simplemente en el recuerdo y en algunas fotos, sino que además está relacionado con una serie de beneficios para tu cerebro.
Los viajes hacen que nuestra mente se mantenga «flexible», ya que nos hacen replantearnos la forma en la que hacemos y vemos las cosas, y desarrollan a lo largo del proceso la destreza más valiosa de todas: la creatividad.
El llamado síndrome post-vacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional, es un concepto que se refiere a la ansiedad o presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas laborales después de un período vacacional.
El síndrome de Dravet es una encefalopatía epiléptica de grado muy severo que se inicia en el primer año de vida, con crisis habitualmente desencadenadas por la fiebre, a las que sigue una epilepsia farmacorresistente. A partir del segundo año, tiene lugar un enlentecimiento del desarrollo cognitivo del niño.
La diarrea del viajero puede empezar repentinamente durante el viaje o poco después de volver a casa. La mayoría de las personas mejoran en el plazo de 1 a 2 días sin tratamiento y se recuperan por completo en una semana.
Silvestre explicó que la sensación de placer de un viaje genera la liberación de diferentes sustancias en el sistema nervioso, como las endorfinas y los factores de crecimiento nervioso, que son facilitadores de una mayor conexión entre las neuronas y de generación de nuevas células nerviosas.
Viajar es una experiencia transformadora que se graba en la memoria del viajero a través de las emociones. La alegría de descubrir un destino nuevo, la ansiedad de lo desconocido, la sorpresa ante lo inesperado y la nostalgia al recordar lo vivido son parte esencial de cualquier travesía.
1- Ejercicio de fuerza y de intervalos de alta intensidad 2- Evitar dieta en alto índice glucémico 3- Aumentar consumo de crucíferas 4- Evitar lácteos 5- Comer productos orgánicos o sin pesticidas 6- Limpieza hepática 7- Tomar DHEA, en caso de ser necesario 8- Mejorar calidad de sueño 9- Suplementos como vitex, ...
El jet lag no solo afecta tu sueño; también puede desincronizar tus hormonas. Es común que la regla se retrasa con los viajes, especialmente en vuelos de larga distancia. El estrés del viaje, los cambios en la alimentación y los horarios alterados pueden hacer que tu período llegue antes o después de lo previsto.
Viajan a través del torrente sanguíneo hacia los tejidos y órganos. Surten su efecto lentamente y, con el tiempo, afectan muchos procesos distintos, incluyendo: Crecimiento y desarrollo. Metabolismo: cómo el cuerpo obtiene la energía de los alimentos que usted consume.