En el caso del amanecer, el alba puede ser conocida como aurora o crepúsculo matutino. Las primeras luces que son visibles antes de la salida del Sol llegan a la Tierra gracias a refracción de los rayos luminosos por la atmósfera. Se denomina alba al amanecer.
En el caso del Sol, ello determina el fin del día. El antónimo de ocaso es amanecer. El ocaso es llamado también atardecer o anochecer. Al atardecer, estas nubes toman un color rojizo debido al ángulo de los rayos del Sol.
Orto,en castellano, secularmente se ha llamado a la salida o aparición del sol, o de otro astro, por el plano del horizonte, cuando pasa a nuestro hemisferio visible. Su antónimo es ocaso, el momento en que se produce su ocultación.
Alborada. Fotografía realizada en la Ciudad Universitaria (Madrid). La palabra que da nombre a esta fotografía proviene de "albor", que es el resplandor del alba; esos primeros rayos de sol que dan luz al amanecer.
Al ser un nombre femenino que comienza por a tónica va precedido de los artículos masculinos el, un si no hay otra palabra entre ellos: el alba, pero una lluviosa alba.
La palabra amanecer surge del latín admanescĕre, vocablo integrado por el prefijo, el sustantivo manes, que significa "mañana" y el sufijo ecer, que indica un "proceso".
El ocaso ha sido empleado simbólicamente para representar una escena o un momento del pensamiento que constituye la última fase de la existencia, estrechamente ligado al término decadencia.
El orto de un astro es el momento en que aparece por el horizonte este, es decir cuando comienza a hacerse visible. En realidad, debido a la refracción atmosférica, el astro es visible un poco antes de su orto y después de su ocaso.
Existen tres tipos de crepúsculo según el grado de iluminación del cielo producida por las distintas alturas del centro del disco solar debajo del horizonte.
El Lucero del alba, a veces llamado «Estrella del alba», es una denominación popular para referirse al planeta Venus cuando es visible en el cielo al amanecer.