Lo primero que debes saber es que la gasolina es un producto con una vida útil limitada. La fecha de caducidad depende de la gasolina, y cuanta tengamos en el depósito; pero se estima que caduca entre tres meses y un año. A partir de este momento, la gasolina pierde sus propiedades, y puede generar residuos.
Dependiendo de la calidad de la gasolina y los aditivos que tenga, una gasolina puede durar más o menos meses en el mismo depósito. Si es de buena calidad, su duración puede ser incluso de hasta doce meses, aunque lo recomendable es que no esté más de 3 a 6 meses sin cambiarse.
Sin embargo, con el tiempo, la nafta puede sufrir cambios químicos que pueden afectar su calidad y rendimiento. En condiciones normales, la nafta tiene una vida útil de aproximadamente 3 meses. Durante este período, la nafta se mantiene estable y no se degrada significativamente.
La gasolina vieja del depósito no solo se evapora, sino que desencadena procesos de oxidación que, a la larga, pueden provocar daños y averías en el coche.
Si pasa mucho tiempo almacenada, las sustancias que la componen se evaporan por ende el combustible dejará de funcionar como lo hacía inicialmente y lo más probable es que tu vehículo comience a presentar fallas gracias a ella por no poder procesarla.
Al estar durante largos periodos expuesta al oxígeno, a las altas temperaturas o a la luz solar, la gasolina pierde las propiedades y se produce una oxidación que genera compuestos indisolubles que se van acumulando en el depósito.
La recomendación más generalizada es que el combustible no permanezca en reposo en el depósito del coche por un período superior a los 6 meses, ya que más allá de ese tiempo este combustible puede generar residuos que a su vez pueden llegar a provocar problemas.
Una manera efectiva de conservar la gasolina es almacenarla en bidones sellados de plástico o de metal con una tapadera hermética. Antes de llenar los recipientes, asegúrate de limpiar y secar completamente los interiores para evitar que se oxiden o contaminen.
La clasificación está encabezada por el Mercedes Benz OM 602, el propulsor que alimenta la mayoría de modelos de la Clase E de los años 80 y 90 de la marca alemana. Con cinco cilindros en línea y movido por gasoil, se comercializó en tres versiones entre 90 y 129 CV.
Si se almacena gasolina en el hogar, lo más recomendable es usar recipientes de plástico, pero si el lugar es el trabajo, los recipientes recomendados son los aprobados por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA).
La respuesta depende de lo que busques en un coche. Si quieres un coche para viajes largos o que sean pesados, el diésel es la opción más eficiente. En cambio, si prefieres un coche que te dé más potencia o que solo lo vayas a utilizar en distancias cortas, la gasolina es la mejor alternativa.
Decimos entonces que el gasoil no caduca, pero sí se oxida. Los rangos de este periodo de oxidación van desde los 6 meses a incluso los 12 meses dependiendo de la calidad del gasoil que compremos y también de en qué condiciones lo conservemos en el depósito de nuestra caldera.
Generalmente se conserva entre 8 y 12 meses. Aun así, podemos retrasar este proceso de oxidación para almacenar el gasóleo durante más tiempo manteniéndolo a bajas temperaturas porque conserve sus características durante más tiempo.
No obstante, sí que podemos dar un estimado, de forma muy general, de cuánto rinden mil litros de gasóleo de calefacción. Un volumen de 1.000 litros de gasoil C tiene una duración de unas 450 horas, utilizando la caldera por no más de 6 horas diarias.
Así que si ya pasaron más de 3 o 6 meses de almacenamiento del gasoil y no se ha hecho de forma adecuada, es posible que comiencen a presentarse problemas. Desde alteración de propiedades físico químicas hasta la formación de sedimentos y residuos. Y este tipo de residuos pueden causar averías serias en el motor.
El contacto con el oxígeno y las altas temperaturas son los factores que contribuyen más fácilmente a que los hidrocarburos se degraden. También les afecta la luz que incide sobre la propia gasolina, los compuestos que tenga el propio combustible y la presencia de metales o humedad en la gasolina.
Un mayor octanaje indica una mayor capacidad antidetonante, es decir, es menos explosivo debido a su relación de compresión. Los motores de gran desplazamiento o que equipan turbocargador requieren de este tipo de características en su gasolina debido su eficiencia.
Las zonas de almacenamiento de combustible deben estar bien ventiladas para evitar la acumulación de humos; asimismo, lo ideal es que estén a la sombra para evitar temperaturas excesivas. Nunca almacene combustible en espacios totalmente cerrados, como contenedores de transporte con puertas cerradas.
La exposición al oxígeno acaba cambiando la química de la gasolina, lo que puede dar lugar a depósitos de goma y barniz. La gasolina no debe utilizarse si ha estado inactiva durante más de 6 meses. El gas estabilizado no debe utilizarse después de 6-12 meses.
Las adición de hidrocarburos pesados (C13-C15) a la gasolina es la adulteración más fácil de detectar, dado que estos compuestos no forman parte de la composición de estos combustibles (Moreiraetal.,2003) y por tanto la inspección visual del cromatograma delatará su presencia.