2.534: número de glaciares que hay en Noruega. Más de 1.672 kilómetros cuadrados: superficie ocupada por glaciares en Noruega (el 57% en el sur del país, y el 43%, en el norte).
El glaciar Lambert es un glaciar de la Antártida Oriental. Con 100 km de ancho, más de 400 km de largo y cerca de 2.500 m de profundidad figura en el Libro Guinness de los récords como el glaciar más grande del mundo.
El glaciar de Jostedal, o Jostedalsbreen en noruego, tiene una extensión de 474 kilómetros cuadrados, unos 60 kilómetros de longitud y se calcula que su capa de hielo puede llegar hasta los 570 metros en su punto más espeso.
Noruega tiene más de 1700 fiordos identificados salpicados a lo largo de su costa de 57 000 km de longitud. Muchos de estos fiordos se extienden tierra adentro desde la costa oeste de Noruega.
Groenlandia y la Antártida acumulan el 99% de todo el hielo glacial del planeta, lo que permite deducir que en estos escenarios encontramos algunas de las formaciones más increíbles que jamás hayas imaginado.
Geirangerfjord tiene una trayectoria impresionante. Enmarcado por montañas boscosas y cascadas profundas, es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO y afirma ser “el fiordo más hermoso del mundo”. Geirangerfjord es tan bonito que podría ser el lugar más hermoso del mundo.
Noruega es el país de los fiordos, albergando más de 1.100 fiordos espectaculares que deslumbran a todos los visitantes; la gran mayoría son de agua salada, pero algunos también son de agua dulce.
Un fiordo es un valle excavado por la acción erosionadora de un que posteriormente ha sido invadido e inundado por el mar. Los fiordos se encuentran por tanto en las costas de algunas regiones que superan la latitud 40 en el hemisferio sur y a partir de la latitud 50 en el hemisferio norte.
Las mejores ciudades de Noruega donde alojarse para visitar los fiordos son Bergen, Tromsø, Stavanger y Geiranger. Se trata de ciudades relativamente grandes, que ofrecen todo tipo de servicios para turistas y que resultan un excelente punto de partida para realizar excursiones diarias a los fiordos noruegos.
En Oslo y alrededores son frecuentes las nevadas, situándose la temperatura media en esta estación por debajo de los 0 ºC. En las zonas interiores más bajas de Finnmark, Troms, Trøndelag y el Este de Noruega, los inviernos pueden ser muy fríos y registrar grandes cotas de nieve.
La evidencia del glaciar más antiguo del planeta se esconde en los lechos rocosos situados cerca de Durban, en la costa este de Sudáfrica, debajo de las reservas de oro más grandes del mundo. Según un estudio, las huellas glaciares se remontan a 2.900 millones de años de antigüedad.
Así, por ejemplo, la mayor parte de fiordos noruegos –hay 1.001 catalogados– tienen entre 700 y 1300 m de profundidad, mientras que en su boca apenas llegan a los 200 m. El récord mundial lo ostenta el fiordo Scoresby Sund, en Groenlandia, que supera los 1500 m de profundidad.
El mar de Noruega es la fuente de gran parte del agua profunda del Atlántico Norte. La región permanece libre de hielos durante todo el año debido a la corriente del Atlántico de Noruega cálida y salina.
¿Cuál es la mejor epoca para ir a los fiordos noruegos?
La mejor época del año para recorrer los fiordos noruegos es entre junio y agosto, justo en la temporada de verano (cuando las temperaturas son más agradables, entre 13 ºC y 18 ºC). Además, tendrás la ventaja de disfrutar de días más largos.
Las temperaturas medias se sitúan en torno a los 15º, pudiendo alcanzar en ocasiones 25 grados durante el día. Aunque lo de tener alguna certeza es relativo. Durante los meses de verano también hay bastante lluvia y puedes vivir todas las estaciones en un sólo día.
¿Cuántos días se necesitan para ver los fiordos noruegos?
Como se mencionó anteriormente, la duración típica de un crucero por los fiordos noruegos es de 7 a 14 días. Sin embargo, algunos cruceros pueden durar hasta 21 días, lo que permite una exploración más profunda de la región.
En algún lugar donde Chile y Argentina se unen la tierra se deshace y se agrupa en grandes bloques de hielo que dan como resultado uno de los lugares más bellos (y románticos) del mundo.
Esta semana, un grupo de biólogos y geógrafos ha ascendido al glaciar del Aneto, el mayor de España, para estudiar una especie de moco negro que está apareciendo sobre la superficie del hielo.